Una breve reseña de la familia Fresquet del ultramarino pueblo de Regla
Cuando alcalde socialista del Municipio de Regla, Antonio Bosch, firmó el decreto en 1924 para la creación de la llamada “Colina Lenin” y plantaron un árbol de olivo en la antigua Loma del Fortín como homenaje a líder comunista, aún yo no había nacido.
Mi infancia antes de 1959
Para mi y para mi primo Pepe, la Loma del Fortín o la Colina de Lenin, siempre fue una loma como otra cualquier donde ibamos a empinar papalotes sin ninguna importancia política o ni histórica. De hecho, el Municipio de Regla, como muchos pueblos de la isla, era un lugar tranquilo, de barrios con personas amables, de familias que se conocían de varias generaciones. Un pueblo sin grandes aspiraciones a la prosperidad y sin el mayor interés de convertir el municipio en una gran urbe urbana, moderna y desarrollada. De hecho, esto contribuía a que la vida fuera monótona y muy pacífica apesar de la llamada Colina de Lenin y del Parque de la Mandaria (Obrero).
Regla, como todos pueblos con raices españolas y africanas, también tenía sus tradiciones, fiestas religiosas, procesiones de la Virgen de Regla, guateques campesinos, carnavales... y las esperadas reuniones semanales de familia.
Aún recuerdo los encuentros de cada sábado con todos los miembros de mi familia en casa de los abuelos Rafael Fresquet y Caridad Braña en el Reparto Modelo. Tampoco he olvidado las palabras que el abuelo repetía antes de sentarnos a la mesa: “Los sábados en casa no se habla de política ni de religión”. Y tenía su explicación:
Mi abuelo era masón de la Logía Guaicanamar, veterano de la Segunda Guerra Mundial, oficial de la Marina de Guerra y de la Marina Mercante. Participó en el Desembargo en la Bahía de Gibara durante la dictadura de Gerardo Machado. Mi abuela, una católica devota de la Virgen de la Caridad. Mi padre era pintor y decía que era comunista. Varios tíos eran católicos, uno era agnóstico; algunos trabajaban para el gobierno de Batista, uno fue despedido el 10 de marzo cuando Batista dio el Golpe de Estado y otros, tenían sus propios negocios... En fin, una gran diversidad de profesiones, opiniones políticas y religiosas.
Muchos años después entendí las palabras del abuelo.
Muchos años después entendí las palabras del abuelo.
De derecha a izquierda: (sentados) los abuelos Caridad Braña y Rafael Fresquet. Mi tía Jacita, mi madre María Antonia, los tíos: Luis, Jorge, Juan, Salvador... y los nietos.