Relatos que se bifurcan y se pierden en la memoria
Luis García Fresquet (autor):
Buenas Noches
Antes de comenzar hablar del libro
Quiero dar gracias a Joaquín Gálvez por invitarme a la Otra esquina de las Palabras.
Y a mi estimado y querido amigo, el escritor Santiago Rodríguez (Chago) por su agradable presentación.
Voy a iniciar la presentación del libro con un breve Preámbulo que nos conducirá al por qué de Relatos que se bifurcan y se pierden en la memoria.
La primera vez que entre a la redacción de un periódico Tenía 14 años.
Llevaba en mi mochila, la ingenuidad y la inocencia de todo niño-adolescente. Y un sueño, ser famoso, ser uno de los caricaturistas más importantes de mi país.
A partir de ahí, comencé una vertiginosa carrera. Trabajé en varios periódicos y revistas como diseñador gráfico y caricaturista.
A los 22 años, ya era director artístico de un semanario humorístico.
Ahora, paralelo a mi vertiginosa carrera, se estaba formando un tornado político de consecuencias impredecibles nunca antes vistas en nuestro país. Que no percibí; tal vez, por mi ingenuidad o por estar demasiado enfrascado en ser famoso.
Hasta el día que confiscaron todos los comercios y negocios privados. En la llamada “Ofensiva Revolucionaria”. Ese hecho me impactó profundamente y mi ingenuidad desapareció de pronto. Y comencé a cuestionármelo todo. Todos mis cuestionamientos y opiniones los expresé a través de mis caricaturas en varias exposiciones. Que no pasaron inadvertidas. En la revista Bohemia publicaron una crítica acusándome de “edulcorar las ideas con brillantes colores”. La crítica, se convirtió en un bumerán, muchos curiosos comenzaron a ir a la galería a ver los dibujos “edulcorados”. Nunca antes había tenido tanta publicidad.
Anteriormente, mi libro de caricaturas Yo, Tú, Él y el humor, fue retirado de las librerías. Los cubanos nunca supieron que existió ese libro. Afortunadamente, la edición en portugués, que publicó la Editorial Prelo de Lisboa, Portugal, circuló libremente por toda Europa.
Después de esa crítica, comprendí que mis opiniones debían estar respaldas por argumentos sólidos y para eso, necesitaba la “palabra escrita”. Lo que es imposible en Cuba.
Así que todos mis cuestionamientos y opiniones se quedaron en simples notas y apuntes sobre mi mesa de dibujo.
Después que pedí asilo político en Estados Unidos, retomé esos apuntes y publiqué un primer libro El Humor Gráfico y la Caricatura en la Prensa Cubana. Seguido por un segundo libro, El Arte en el Cartel al Servicio de una Ideología y de un tercero, Yo también viví detrás de la cortina de bagazo. Pero, aún me quedaban varios apuntes dispersos que no encajaban en ninguno de esos tres libros, los agrupé y es el libro que les estoy presentando ahora, Relatos que se bifurcan y se pierden en la memoria.
En la introducción se expresa el contenido del libro:
En Relatos que se bifurcan y se pierden en la memoria, no existe el tiempo ni el espacio. Son narraciones o cuentos o relatos, como deseen clasificarlos, donde se mezclan los recuerdos del autor en épocas lejanas con las actuales. Los nombres de los personajes reales fueron sustituidos por ficticios. Todas las historias se basan en acontecimientos en los que participaron personas cercanas y conocidas por autor, recreadas en lugares y ambientes diferentes y, al mismo tiempo, conocidos para que se entrelacen y se mezclen la ficción, la realidad y la imaginación.
El autor de Relatos que se bifurcan y se pierden en la memoria, siempre ha huido de escribir sus memorias, de contarnos sus peripecias y experiencias dentro del periodismo socialista cubano. Del mismo modo, lo evitó en su libro Yo también viví detrás de la cortina de bagazo. Ahora, se vale del recurso de “bifurcar los relatos” y utilizar a Ignacio como figura central, el cual aparecerá en todas las historias, unas veces narrando intrigas, misterios de joyas robadas, confiscaciones, contradicciones políticas, exilio, o chicas posando desnudas para un famoso pintor. En otras ocasiones, Ignacio es un personaje adolescente o adulto incluido en los relatos, artificio que nos deja algunas interrogaciones:
¿Será Ignacio es el autor de este libro? ¿O son sus memorias narradas de forma estrambótica?
Para finalizar, leeré un fragmento de la dedicatoria:
Relatos que se bifurcan y se pierden en la memoria, es un homenaje a quien pudo ser un excelente caricaturista, al que frustraron su futuro apenas comenzaba, el día que confiscaron la prensa. Sin tener donde publicar sus dibujos, enloqueció y deambuló por las calles de La Habana hasta que se perdió entre sus laberintos. Luego, no supe más nada de él. A un buen amigo y caricaturista, al que la depresión, la desilusión y la marginación provocó que se ahorcara en su apartamento. Y a un destacado artista plástico enviado a la cárcel, acusado de “diversionismo ideológico” y condenado a seis años de prisión.
También, al esposo de mi tía, el gallego, español de nacimiento, que le expropiaron su bodegón sin ninguna compensación. A mis tíos, hermanos de mi madre, que les robaron todos sus negocios y un edificio de apartamentos que habían construido con sus propias manos y con la ayuda de otro tío, hermano de mi padre.
Y especialmente, a mi derecho a la libertad de expresión en el arte y en la prensa.
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